martes, 10 de enero de 2012

Una explicación de la hornalla humeante y la antorcha- Génesis 15

Si nunca leíste la historia en Génesis 15, me imagino que te pareció bastante raro.  Para el lector moderno occidental, esta historia no podría ser más rara.  Pero esta historia es uno de los puntos más importantes en toda la Biblia, donde por fin, Dios trata con el pecado.  Dios hace un pacto con Abraham que por medio de Abraham, Dios va a bendecir a todos las naciones— ¡a todos!  Es decir, realmente, que por medio de Abraham, Dios va a tratar con el problema del pecado (o por lo menos así lo entendemos los teólogos Cristianos desde Jesús y Pablo).  El libro de Hebreos habla un poco mas de este tema.   

En la antigüedad, cuando dos partidos querían hacer un acuerdo, no lo hacían por medio de un contrato con tinta y papel.  Lo hicieron de una forma bastante fuerte.  Cortaron animales en dos pedazos, y los pusieron en unas trincheras, con las partes de los animales dando cara a la otra parte, y después pusieron un cerrito en el medio.  La sangre de estos animales caía en el cerrito abajo, y después los dos caminaron por este camino de sangre, primero el más fuerte de los dos.  El camino de la sangre era una manera de decir—mire, si rompo este acuerdo/pacto, voy a terminar como los animales destrozados ahí al  lado del camino, así que mas valga que no salga del camino. 

Pero en esta historia, vemos que Abraham quedó aterrorizado por la enormidad de Dios y la tarea de caminar el camino de la sangre.  El acuerdo entre Dios y Abraham era, nada más y nada menos, que Abraham empiece a caminar sin pecado.  La presencia de Dios también habrá aterrorizado a Abraham también, pobrecito.  Abraham no puede caminar el camino de la sangre con Dios.  Simplemente no pudo.  Desmaya.

Pero aquí vemos lo increíble que es nuestro Dios.  Abraham tiene una visión del camino de la sangre, y ve a dos cosas que representan a Dios.  El primero que pasa por el camino de la sangre es humo—y humo siempre representa a Dios en la Biblia.  Lo curioso es que pasa una antorcha, una segunda, representación de Dios—fuego. 

Es decir, Dios no hace que Abraham camine por la sangre.  Hace que Abraham evite las consecuencias del pacto, y Dios mismo toma el lugar de Abraham en este acuerdo.  Dios mismo es el suplente para Abraham en la forma de fuego, así que Abraham no tiene que pasar por el acuerdo.  Dios, básicamente, está diciendo: ‘si vos pecás, si tus descendientes pecan, y si no cumplan tu parte del acuerdo—bueno—es mi responsabilidad.  Yo tomo la responsabilidad para esto, Abraham.´

Dios promete a Abraham que va a tratar con el problema del pecado El mismo.  Es decir, a pesar de lo que hacen los seres humanos, Dios va a encontrar la forma para bendecir a todo el mundo.  Indirectamente, Dios está estableciendo que va a sacrificar a Jesús para su pueblo y para el mundo. 
Espero que aquí puedan ver la gracia de Dios y el amor que tiene para nosotros.  Eso es el punto de este pasaje—que a pesar de que nosotros somos pecadores y que no podemos—Dios nos ama tanto que encuentra una manera para nosotros. 

¿Vieron?  Génesis está lleno de historias de gracia.

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