¡Qué historia rara! Y pobre Jacobo. Es bastante jorobada la vida de Jacobo. Desde el arranque, va todo mal. Vemos que Jacob, desde el principio, quería ser el mayor y más importante—estaba muy agrandado. Tan agrandado era, que siendo bebe saliendo del vientre agarró el talón de su hermano, como para salir primero. Entonces, le nombraron Jacob, lo cual significa ‘el que agarra el talón,’ lo cual es una expresión idiomática para decir ‘engañador.’ En el lunfardo argentino, podríamos traducir el nombre de Jacob con la palabra ‘chanta.’ Jacob desde nacimiento es un desgraciado, y compra los derechos del primerizo de su hermano (el primerizo recibe herencia doble del padre) por un bol de sopa. Y después, en un episodio raro para nosotros los occidentales, roba la bendición del primerizo del hermano otra vez (los Hebreos creyeron que tales bendiciones se cumplirían, y en este caso por lo menos es verdad). Y todo el episodio de Laban (que es de la misma tela), usando una maniobra de magia o algo parecido para robarle su ganado….Jacob es un resentido total. Nadie lo quiere…solamente la madre.
Hasta a Dios Jacob quiere manipular. En un pasaje Dios visita a Jacob en un sueño cuando estaba viajando a la casa de su tío Laban. Los ángeles subían y bajaban, ¿Y qué es lo que dice Jacob en el sueño? Dios, si me bendices…serás mi Dios. Hizo un trato con Dios. Yo te seguiré si me haces lo que quiero, es decir. Un resentido total. Jacob no tenia paz con nadie, ni con el padre, hermano, tío…ni con Dios.
Entonces, pobre tipo, en este pasaje Jacob esta en el momento más peligroso de su vida. Su hermano, que la última vez que Jacob lo había visto estaba enojadísimo para matarlo, le venía a visitar con 400 hombres—un ejército. Jacob estaba acorralado, y no tenia nadie que pudo salvarlo.
¿Por qué se quedó atrás e hizo que toda su familia cruce el Rio Jabbok? Creo que es que el esperaba encontrar a Dios. Y lo encontró, en la forma de un hombre. Y este resentido hizo sentir su ira. ‘Bendígame, bendígame,’ decía Jacob. Nadie aceptaba ni amaba a Jacob, y Jacob estaba convencido que Dios no era diferente. El terco Jacob no le soltaba a Dios hasta conseguir lo que quería.
Es completamente absurdo. Nadie puede luchar con Dios y ganar. Dios le deja un recuerdo a Jacob de esto cuando le golpea la cadera y lo disloca. Pero curiosamente, Dios, con muchísima paciencia y amor, le concede a Jacob lo que pide. Dios lo bendijo. Y más importante aún, Dios redefine la identidad de Jacob.
Le cambia su nombre a Israel--lo cual significa "lucha con Dios." Mucho mejor que ‘chanta’ (que padres desgraciados que le dieron ese nombre). Jacob es un luchador, en realidad, un hombre que en su interior ha buscado a Dios con todo su corazón, pero toda su ambiente le ha hecho un resentido, y han destruido su percepción de Dios. De ahí viene la bronca y resentimiento de Jacob.
Hay un personaje de la cultura popular que me hace pensar de Jacob: El teniente Dan de Forrest Gump. Si no viste esta película, hay una escena muy fuerte en esta película con el teniente Dan. Dan es un desgraciado que va a luchar en Vietnam con Forrest Gump con el plan de morir gloriosamente como su padre, abuelo, y tatarabuelo. Pero Forrest Gump le cambia el destino cuando lo rescata de las bombas de los Vietnamesas.
Y cuando se despierta Dan, se encuentra sin el uso de sus piernas, y culpa a Dios y Forrest Gump. Un resentido y agrandado como Jacob, Dan desciende al alcoholismo y termina siendo un malo.
En una escena muy fuerte, el teniente Dan decide comprar un barco con Forrest Gump para pescar en Luisiana. Todos les dicen que es una mala idea, que no hay camarones ahí, pero como Forrest era amigo de Bubba Gump y Bubba Gump le había enseñado sobre los camarones, Forrest lo quería hacer. Y el teniente Dan termina ayudándolo, porque no tiene nada más que hacer.
En esta escena, viene una tormenta terrible cuando Dan y Forrest están en el mar pescando. Y Dan lo ve como una pelea entre él y Dios—Dan contra Dios en la tormenta. Esa noche de terror, Dan tiene su pelea con Dios, pero la próxima mañana, encontramos al teniente Dan sentado en paz, viendo el amanecer. Forrest nos dice: ‘Creo que esa noche, el teniente Dan hizo la paces con Dios…’ Y así es. El próximo día, como todos los otros barcos están destruidos, y el barco de Dan y Forrest sobrevive, los dos se hacen ricos pescando camarones—Dios bendice a Dan. La próxima vez que vemos al teniente Dan, lo vemos en paz, con dos piernas sintéticas, y una esposa. Dan se había convertido, en esa noche tan terrible.
Y aquí, tenemos una historia muy similar. En esta historia, Jacob se convierte. Termina haciendo las paces con Dios, y confiando en El. Es como que Dios estaba diciendo a Jacob: ‘Jacob, no tienes que pelear conmigo. Ya ganaste. Ahora, confié en mí. Yo te voy a bendecir y cuidar. Ganaste la pelea. No hay con quien pelear ahora…’ ¿Ahora tienen la idea? Es realmente increíble lo que hizo Dios para Jacob.
Y por supuesto, vemos que la historia termina bien, y Esaú perdonó a su hermano después de todo. A partir de este episodio, ¿se dieron cuenta que ahora Jacob se refiere a el mismo como Israel? Es como lo dice con orgullo. Cambió para siempre Jacob de un chanta, a un luchador. Qué grande es Dios para hacer lo que hizo para Jacob.
Lo curioso es que cada uno de nosotros tiene un poco de Jacob adentro de nuestros corazones, un poco de resentimiento hacia los demás y hacia Dios. Pero Dios hizo esto—nos encontró en el camino, dando su hijo unigénito en forma personal, descendiendo del cielo para encontrarnos aquí. Y aunque no podemos ganarle nunca a Dios, El lucha con nosotros con paciencia, y si lo permitimos, nos bendice.
¿Estás acorralado, en una situación difícil? Dios está con vos, y puedes contar con El. Relájate, no te preocupes. Dios no es nuestro enemigo, sino, nuestro amigo. Dios nos ama, y su deseo es vernos sin pecado, y feliz…que misericordia y amor que Dios tiene para nosotros.
¿No les dije que Génesis es un libro lleno de historias de gracia?
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